Hoy Primero de Mayo, ayer sangre en las calles y lágrimas en las fábricas. Sollozos de siglo y medio que se alargan en los margenes de nuestras cunetas. Sueños vivos que se adormecen en nuestra indiferencia.
Plasmas estrechos de ideas dictan nuestras esperanzas. Emprendemos los caminos marcados por otros, rebeldes con causas abarrotan los bares.
Hoy algunos saldremos a agitar las ganas, beberemos en los vasos vacíos de la utopía. No lloraremos a los perdedores porque no los conocemos, nos limitaremos a abrazar lo que ellos no tuvieron y que nosotros abandonaremos.
Esquirlas del tiempo que ya no nos alcanzan. Han vencido, nos han ganado sin presentar batalla. Desarmados de ideas nos morimos. No hacen falta heridas, la sangre ya no brota en las palabras.
Seguiremos de pie hasta que nos arrebaten la tierra, seguiremos vivos porque no sabemos hacer otra cosa. Nuestra conciencia quedará limpia mañana, la calle roja guiará nuestra marcha.... hasta que volvamos a casa.
Ximo 1605
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