ESOS CURRELAS!!

ESOS CURRELAS!!

Cómo me gusta leer a esos taxistas que alardean de trabajar más horas que un reloj. Estos compañeros que alegremente te llaman vago por querer regular, que incluso se ríen de ti por hablar de dignidad laboral o de vacaciones en agosto.

Repiten una y otra vez que el taxi son horas, que no le demos más vueltas, que no somos funcionarios. Que quieren libertad para trabajar las horas que quieran, que para eso son «empresarios». Quizás lo pueda entender de aquellos que tienen varias licencias y que en verdad se limitan a recibir la recaudación de sus chóferes sentados en una silla.
Pero que sean los propios autónomos los que defiendan una vida miserable llena de horas frente a un volante, me alucina. Que éstos mismos digan que el taxi siempre ha sido así, y así debe seguir solo te hace perder la esperanza en la raza humana. Además, de ver que poca capacidad tienen algunos de ver más allá de la caja de monedas.

Pero lo que verdaderamente encierra esta mentalidad y que ellos mismos no se dan cuenta, es una servidumbre total a la esclavitud impuesta por las condiciones económicas. Estos individuos son capaces de defender la libertad horaria incluso cuando es a costa de no ver a su propia familia!! Es una postura tan sumisa a las reglas del juego dictadas por los mercados que ni siquiera se dan cuenta que esa misma forma de pensar está evitando tener una vida normal, compuesta de familia, amigos y tiempo para el ocio. Para ellos eso no importa, y es tal la osadía de su ignorancia que no se dan cuenta que alardean de defender algo que les impide ser persona en plenitud.

Cuando Adam Smith acuñó la famosa frase «la mano invisible del mercado», viendo los resultados de hoy en día creo que ya sé a qué se refería, a qué es la mano invisible en verdad la que estruja las mentes de los pobres, dejándolos ciegos y sordos a sus propias necesidades vitales, además, de quitarles la capacidad de pensar por sí mismos. No hay nada más desalentador que ver a un trabajador copiar las mismas ideas que lo vuelven miserable. No sé si estos mismos personajes hablarán de la misma forma frente a sus familias, no sé si tendrán el coraje de decirles a la cara que prefieren trabajar que antes estar con ellos. Además, sabiendo como saben que se puede regular nuestro sector de forma que podamos recaudar con dignidad y a la par tener una buena conciliación familiar.

Ximo 1605