TOCA CAMBIO
Hay que hacer real lo justo, hay que hacer visible lo invisible. Tensar la imaginación para fraguar lo que se desea, ya no podemos pararnos en lo de siempre, no cabe la resignación en nuestra profesión.
Ante nuestras puertas ya se está haciendo otra política, más abierta y más participativa. El cambio ya no es una quimera, el cambio es un hecho palpable por todos, lo que nos parecía irrealizable se realiza, lo que nos parecía imposible ya es posible.
Quedarnos estancados en una concepción trasnochada de lo que tiene que ser nuestra profesión solo nos hace más inútiles a los ojos de los nuevos aires. Esa misma brisa renovadora la tenemos que dejar entrar en nuestros coches, pero sobre todo en nuestra imaginación. Tiene que ser un torbellino de aire puro que borre las antiguas concepciones, el paradigma actual solo nos entretiene en discusiones arcaicas.
Las penurias económicas, las jornadas esclavistas y la soledad en nuestra incomprensión tiene que convertirse en recuerdos, en malos recuerdos. Los que llevan defendiendo una regulación inviable deben darse cuenta que la próxima administración no es partidaria del siglo XIX, los horarios angostos no son horarios de libre elección, lo son de cadenas, de percepción equivocada de la libertad.
La libertad del autónomo no puede ser a la par el lienzo de una cara desdibujada por el agotamiento. La verdadera libertad debe ser la de la conciliación familiar, la de paseos por la playa, la de lectura de un buen libro...o la de simplemente no hacer nada.
Trabajar de doce a catorce horas transportando personas es inviable, llámalo como quieras, pero es una salvajada. Sin jornada laboral digna y rentable no sirve de nada una nueva ley de movilidad, ni la desacumulación, ni el calendario laboral. ¿De qué me sirve todo eso sí sigo atado al volante?.
Ya no hay marcha atrás, la realidad se impone. Aceptemos el cambio, y lo debemos aceptar porque va ser para mejor.
No tenemos nada que perder, solo las cadenas.
Ximo 1605
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