martes, 12 de abril de 2016

LA CNMC COMO INSTRUMENTO DE REPRESIÓN

LA CNMC COMO INSTRUMENTO DE REPRESIÓN

La libre competencia, mandato divino, único camino y único destino. Cómo me decía un profesor de la Facultad; «No os fiéis de los hombres de un solo libro». Pues aquí tenemos el mensaje repetitivo de los «neoliberales», mensaje dogmático, carente de crítica y de reflexión, pero sobretodo FALSO.

¿Qué es la «libre competencia»?; para los neoliberales es la oportunidad que tenemos cada uno de nosotros de ofrecer nuestro producto en el mercado, producto que compita en calidad y precio con el resto. Hasta ahí la teoría; luego en la práctica todos podemos observar que en realidad es la excusa para desregular y permitir que el grande se coma al chico. Este tipo de organismos, son creados a Doc para implantar una sola norma, «la norma de que no hay normas».

¿ Alguien verdaderamente se puede creer que una pequeña empresa o un autónomo puede competir en IGUALDAD de condiciones con una gran corporación?, claramente NO. Nunca podemos estar en disposición de competir con nada ni con nadie mientras nuestro competidor no esté en igualdad de condiciones que nosotros. Por ello, no hay nada más falso que la libre competencia neoliberal. Y son organismos como la CNMC instrumentos de represión contra la igualdad, siempre utilizarán el pretexto del consumidor para imponer el dogma de la competencia capitalista, competencia falsa que lo único que logra es hacer un mercado de trabajo más precario y un servicio público más deprimido y de peor calidad.

Lo primero que destruye la falsa competencia capitalista es la igualdad y la seguridad. Todos podemos apreciar cómo los servicios estratégicos de un país como la luz, el gas, o ciertos servicios públicos son desregulados y vendidos automáticamente a manos privadas. Esto nunca se debería permitir, el Estado tiene que ser garante siempre de unos mínimos servicios que garanticen la igualdad y la justicia de sus ciudadanos. Es inconcebible que se pueda hacer negocio con servicios estratégicos como la luz. Y es incomprensible que alguien por condiciones ajenas a su voluntad se encuentre desprovisto de trabajo y sea a la vez penalizado por estas empresas cortándoles el suministro de electricidad. Si estos conceptos básicos no los tenemos claro nunca podremos defender lo que es de todos.

Lo que la CNMC pretende con nuestro sector no es más que el ritual de sacrificio al Dios de la competencia. La única forma que tenemos para asegurarnos nuestro sustento, y por lo tanto nuestra viabilidad como Servicio Público, es intentar por todos los medios estar lo más regulado posible. Debemos exigir a la administración qué las leyes que competa a nuestro sector estén claramente definidas y protegidas. No solamente debemos exigir derechos sino también obligaciones, y nuestra máxima obligación debe de ser la formación. La retirada del carnet BTP es una mala noticia para nosotros, ya que lo único que se consigue es que sea más fácil el poder realizar nuestra labor. Debemos exigir unos mínimos requerimientos para poder realizar nuestro trabajo, la formación debe ser la vía que de la mayor calidad posible a nuestro sector. Y esa calidad será la barrera qué límite el intrusismo.

Si nos fijamos la CNMC no está preocupada en la formación, solo le preocupa la desregulación. Allanar el camino a la falsa competencia que solo provocará nuestra desaparición como autónomos. La CNMC es un instrumento más de represión del sistema capitalista, pero el mejor de los instrumentos que puede elaborar este salvaje neoliberalismo es la falsa creencia de libertad empresarial que nos implantan en nuestro cerebro. Mientras sigamos votando a partidos políticos que favorecen la creación de estos organismos nunca estaremos a salvo. Mientras no ataquemos el problema desde su raíz jamás solucionaremos estos temas.

Ximo 1605

No hay comentarios:

Publicar un comentario