LA CENSURA

LA CENSURA

La censura ya tiene un lugar de privilegio en el taxi. Es habitual que te impidan o directamente te corten la opinión en los medios habituales del taxi. Ya sea en los whatsapp, páginas de Facebook o incluso en las radios, se ha vuelto una norma generalizada el impedir que la voz del «otro» sea escuchada. Lo que provoca esta situación es simplemente la inseguridad y el miedo.
Ser conocedor de las limitaciones de tus argumentos te vuelve temeroso ante la opinión del rival. Este acto de cobardía  demuestra el pavor ante la disidencia de tus acólitos, terror a que sea demostrado en público que tus argumentos flojean o carecen de veracidad auténtica. Y que los «tuyos» corran en masa a sumarse a las posiciones de tus adversarios.
Puedo entender y apoyar que el insulto y la agresividad verbal sean cortadas de raíz ( las formas de algunos compañeros dejan mucho que desear), pero justamente los insultos de los «nuestros» sí que se permite, ya que aunque sea faltando a la verdad o agrediendo de forma verbal se consigue coartar el argumento que nos produce horror, argumento que no es otro que la verdad que interiormente conocemos.
Y no hay nada más horrible para un intransigente que reconocer que está equivocado.
Pero lo que también es desalentador, es que todavía hayan compañeros en contra de estos modos y que sin embargo se mantengan y participen en los lugares donde conocen que se practica la censura.
Por ello, a mi modo de ver, no cabe justificación alguna por parte de compañeros para seguir estando o participando en lugares dónde se practica el insulto y la censura. Con nuestra sola presencia en un lugar así alentamos qué cada vez más haya una decadencia moral en nuestro sector.
La libertad de expresión no debe ser solamente un eslogan, debe ser un hecho, y defender que cualquiera aunque esté en contra de nuestras opiniones pueda expresarse en total libertad.

Pero solo es mi opinión....

Ximo 1605