LA LUCHA DEL TAXI Y SU PRESENCIA EN LA CALLE

LA LUCHA DEL TAXI Y SU PRESENCIA EN LA CALLE

Hay que admitir que élite se mueve, donde hay una agresión al sector ellos están alzando la voz por todos nosotros, al menos, es lo que parece. Es un hecho ineludible, son persistentes en la defensa de nuestros intereses. Se equivocan en las formas, y el fondo no está matizado, pero se mueven.
¿Qué necesita este movimiento para alcanzar definitivamente la simpatía de todos nosotros?
Las formas, el uniforme e incluso la denominación echa para atrás. Si se olvidaran de la vestimenta uniformada y se cambiaran el nombre de la organización harían más atractiva a los ojos de todos su protesta. Y si alguno se guardara las ganas de protagonismo ganarían en credibilidad.
Pero sobre todo, lo que personalmente me echa para atrás a mí, es la falta de contenido ideológico. Combatir a UBER o al TTIP no es solamente a base de grito en la calle, esta lucha requiere de planteamientos más profundos y reflexivos. Es necesario entender que este tratado es el resultado de la aspiración última del capitalismo de acabar con lo público, y por tanto, de la organización democrática de los estados, imponiendo unas políticas liberales que faciliten la sustitución de la opinión de los ciudadanos, por las decisiones egoistas en los consejos de administración de las empresas.
El trabajo de análisis de la situación global es necesario para comprender porqué el capitalismo ha fijado su atención en nuestro sector.
Fijación que corresponde a la necesidad ideológica de acabar con lo público. Por ello, veo necesario incorporar a nuestra causa la lucha de la defensa de todo el ámbito público.
Así, animo a todos los compañeros a hacer visible la solidaridad del taxi en las protestas de la educación y la sanidad pública. Con ello, lograremos la simpatía de la ciudadanía, y con el entendimiento de estos colectivos lograremos la toma de conciencia que necesita nuestro sector para hacer de nuestra causa una causa de toda la ciudadanía, como lo es ahora la educación, las pensiones o la sanidad pública.
La presencia física del taxi en la protesta de estos colectivos debe de ser constante (a ser posible sin bengalas y uniformes negros), con ello incluso conseguiremos la atención de los medios de comunicación y la solidaridad de nuestros conciudadanos. Y de esta solidaridad surgirá la simpatía que tanto necesitamos.
Por todo esto, hago siempre tanto hincapié en la «batalla» de la imagen. Haciendo de nuestra lucha particular una guerra generalizada lograremos nuestros objetivos. Recordando a la par, que la defensa de todo el ámbito público es también nuestra causa.

Ximo 1605