COHERENCIA CONTRA MOQUETA
El concepto de coherencia implica el concepto de verdad. Es actuar acorde a nuestro pensamiento, es elaborar un discurso en consonancia a lo que decimos habitualmente y hacemos habitualmente.
La coherencia es una parte más de la verdad, no eres coherente si no eres sincero. No se es coherente si en tu acción no hay una respuesta a lo que tú piensas.
Si actúas según al deseo de los demás en pro de la mayoría no eres coherente.
Por lo tanto, la coherencia se presenta en función de la verdad. No solamente en una verdad objetiva y universal, sino en una verdad que puede ser subjetiva y a la par puede estar equivocada. Pero es el resultado de nuestro pensamiento perfectamente organizado y estructurado. Yo puedo estar equivocado en como se debe organizar el taxi, pero si actúo según mi creencia soy coherente.
Si soy dirigente de una asociación y actúo solamente en pro de las mayorías, no soy coherente. Ya que en el fondo de mi actuación solo pretendo mantener mi puesto, y me adhiero a la mayoría por
beneficio propio.
Sí fuera coherente un dirigente sindical debería dimitir si su creencia no va en consonancia con la mayoría, o se demuestra con hechos que todos los postulados eran falsos. Eso es coherencia, eso es verdad. Todo lo demás son imposturas que adoptamos para mantener una posición social que nos beneficia solo a nosotros mismos.
Todos vemos las continuas contradicciones de los políticos, sus falsedades y sus mentiras, es decir, su falta de coherencia. ¿Por qué en el taxi nos cuesta ver ésto mismo?. ¿Por qué no apreciamos la incoherencia en nuestros dirigentes?
La frase “yo actuaré según quiera la mayoría de los taxistas” implica dos cosas:
1º- Qué verdaderamente me creo y quiero lo que la mayoría pide.
2º- Que no estoy de acuerdo con la mayoría, pero como quiero mantener mi puesto acepto esos postulados.
La segunda opción es la incoherencia hecha forma y discurso. Ya que se debe imponer nuestra coherencia personal a los deseos de los demás, DIMITIENDO. Mostrando con el acto de la dimisión que no vale todo, que verdaderamente estoy en este puesto para ayudar, y no
solo para mantener un sillón.
Cuando los directivos sindicales digan la famosa frase “yo haré lo que la mayoría me pida”, debemos investigar el porqué de esa afirmación, que ocultan de verdad.....es decir, buscar la coherencia. Y si esta coherencia no la hayamos, obligarles a dimitir, ya que si no se actúa por coherencia, se actúa solo por interés propio.
Si vemos como aceptables los postulados incoherentes, nosotros seremos incoherentes también, por
lo tanto nuestras lecciones morales serán falsas y vacías de contenido sincero.
¿Por qué entonces se actúa incoherentemente muchas veces desde los puestos de responsabilidad?
Por la «Moqueta»; esa alfombra que adorna muchos despachos y que amplía los egos de los que padecen sentimiento de inferioridad. Esa sensación bajo los pies que te susurra a los oídos que eres «importante y especial», si, un abrazo al ego de los «trepas». El aparentar dentro del sector empieza a convertirse en un problema que pulula entre lo esperpéntico y lo peligroso.
Seguro que ya le habéis puesto rostro a alguno que conocéis.
«Sin coherencia no hay ninguna fuerza moral» Robert Owen.
Ximo 1605
No hay comentarios:
Publicar un comentario