SOBRE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y EL ACUERDO FEDERACIÓN-GREMIAL

SOBRE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y EL ACUERDO FEDERACIÓN-GREMIAL.

Ahora más que nunca hay que defender la libertad de expresión y el consenso en nuestro sector.

Los que eran mis amigos y compañeros me han censurado no dejándome dar mi opinión favorable sobre el acuerdo Federación-Gremial.

Me han colgado el teléfono hasta 26 veces seguidas en el programa de "radio Albán" del pasado viernes para impedir que diera mis argumentos favorables a ese acuerdo.

Soy censurado también en el WhatsApp de la radio y en toda los WhatsApp de infotaxi.

Ha recaído sobre mí insultos y presiones por dar otra visión distinta a la de ellos.

Los mismos que hablan de derechos, justicia, igualdad, participación y democracia impiden la libertad de expresión y de pensamiento boicoteando en la medida de lo posible el derecho a pensar libremente y a poder expresarlo con respeto y argumentos.

No se puede ser creíble cuando hay una diferencia abismal en lo que se dice con lo que se hace.

El acuerdo entre Gremial y Federación tiene muchos fallos y puntos flojos, pero es en inicio un buen acuerdo:

- Por primera vez se reconoce de forma indirecta que la mejor forma de regular es quitando días y no simplemente horas de trabajo.

- La unidad de las dos principales asociaciones impide a la administración las excusas que no permita una regulación que nos dé dignidad en nuestro trabajo.

- El acuerdo otorga al propio sector las herramientas necesarias para probar las distintas formas de regulación diarias para que luego éste con su propia experiencia pueda reclamar la regulación que mejor se adapta a nuestras necesidades.

- El acuerdo consigue que no sea necesario unas urnas que enmarañen con regulaciones falsas el derecho a una regulación eficiente y justa.

Es evidente que las dos asociaciones tienen que dar muchas más explicaciones de cómo se va a desarrollar las regulaciones en los distintos meses del año. 

Pero solo con el mero hecho de reconocer la necesidad de regular en días de trabajo es un avance histórico sin parangón, y no reconocer esto es de una ceguera apabullante.

Partimos de un sector inmovilista y alejado de la conciliación y de la rentabilidad. Una indosincrasia que siempre nos ha caracterizado como un colectivo precario. Pero por suerte este acuerdo confirma un cambio cualitativo.

Por todo ello, animo a los compañeros a dar una oportunidad a este acuerdo, a presionar si hace falta para que sea eficaz de verdad, pero también por primera vez confiar en nuestras asociaciones para que trabajen juntas en darnos la dignidad laboral que nos merecemos.

Ximo 1605