jueves, 31 de enero de 2019

TALIBÁN

TALIBÁN

El trabajo es lo que construye nuestro planteamiento vital, al menos, lo intentamos. Sin él, no podríamos desarrollarnos en modo y tiempo para edificar una aparente vida digna.
Esta jerarquía es impuesta pero es objetiva. Todos los sabemos y ninguno podemos escapar. Al menos en el capitalismo.

Por todo ello, me asombra la posición de aquellos compañeros de derechas que sabiendo el peligro claro y constante que corremos con el PP, CIUDADANOS y VOX, mantienen un apoyo férreo a estas formaciones políticas pase lo que pase. Una defensa histriónica que les hace caer en contradicción constantemente sin aparente sorpresa para ellos mismos.
Algunos incluso hacen del ataque una defensa ridícula que saca a la luz lo patético que puede llegar a ser el Ser Humano.

El emblema de la liberalización de nuestro sector que alentan estos partidos políticos es la sentencia de muerte de nuestro modo de vida. Un hecho evidente que escapa a los sentidos del taxista amaestrado por el sistema.

Así, el taxista de derechas, se queda pétreo ante su propia desaparición.

No entiendo como se puede justificar tu propia muerte, no entiendo como el mínimo sentido común puede saltar por los aires ante el posicionamiento visceral de una creencia que te enjaula en la más absoluta precariedad.
No sé que mecanismos cognitivos puede utilizar alguien que siendo conocedor de la ira destructiva del liberalismo económico se abraza a su propia desaparición.

Una cosa tengo clara; no me voy a cansar de denunciar su irresponsabilidad, de ponerlos en evidencia y de machacar su justificaciones vergonzosas.

Ximo 1605

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