LA "CHUSMA" Y LA CULTURA DEMOCRÁTICA
Voy a tomar la frustración de un directivo de élite para demostrar el vacío democrático que existe en nuestro sector, hecho que provoca la incapacidad de llegar a acuerdos y consensos.
Cuando alguien que dice hablar en nombre de una asociación, insulta a diestro y siniestro a otros compañeros por no pensar igual, demuestra una frustración argumentativa que esconde una carencia de cultura democrática que por desgracia está muy extendienda en el taxi.
El insulto es el recurso del incapaz, del frustrado argumentativo, del endogámico cognitivo que no ve más allá de los pensamientos que se repite así mismo como válidos. Y cuando otro rebate y argumenta de forma diferente sin ceder a las pretensiones del otro, el frustrado entra en barrena. Este bloqueo termina por anular al otro, le niega el derecho de existencia y de pensar de forma diferente, y ésto, trae las consecuencias que todos conocemos; incapacidad de consenso y un odio cada vez más enraizado.
Todo se resume en la evidente falta democrática que hace de nuestro sector más torpe, más lento, y sobretodo, más inútil.
O aprendemos a debatir y a entender que el otro tiene derecho a discernir, y este discernimiento si es argumentado es tan válido como otro, estamos condenados a la disputa constante y sin sentido que vuelve nuestro sector más vulnerable a cualquier ataque. Por todo esto, no podemos permitirnos representantes sin cultura democrática.
Una recomendación:
Insultar lo hace cualquiera, el más discapacitado mental lo puede hacer, y solo se demuestra o frustración o incapacidad.
Por ello, hay que recomendar que cuando te enfrentes a alguien que insulta como argumento, nunca bajes a su nivel. El que utiliza el recurso del insulto está habituado a jugar en el fango, y si te rebajas a su terreno te va a ganar siempre.
PD: si se le acusa de "stalinista" a un compañero por no ceder en su opinión, es el acusador el que se vuelve "stalinista" de facto.
Ximo 1605
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