CARACOLADA 30N
Desde mi punto de vista no se puede desvirtuar una movilización justa y necesaria con la entrega de alimentos. Aprovecharse de la pobreza para reforzar un acto reivindicativo de nuestro sector es éticamente reprobable.
Pensamos por nuestra falta de cultura política, sindical y reivindicativa, que mezclando las dos cosas vamos a tener un mayor apoyo por parte de la sociedad, cuestión, que creo que es todo lo contrario.
La reivindicación de nuestros derechos con la limosna nunca deben ir juntos, es una equivocación estratégica que de nuevo confirma la poca cultura sindical de nuestro sector.
La limosna derivada de la tradición juedeo-cristina solo perpetúa la pobreza y vuelve el mismo acto de la donación un acto de lavado de conciencias. Si queremos verdaderamente acabar con la pobreza hay que acabar con el modelo económico que provoca la desigualdad y la carencia.
Pero entendiendo que hay mucha gente que ve bien los actos de limosna, puedo entender que se realicen de buena fe. Pero lo que nunca voy a entender es que se mezclen dos cosas distintas, una reivindicación de derechos con un acto de limosna.
Por tanto, si no se diferencian claramente en tiempo y forma las dos acciones, conmigo que no cuenten.
Ximo 1605
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