URNAS: VALOR INCONDICIONAL

URNAS: VALOR INCONDICIONAL

La participación democrática tiene un valor que no puede estar condicionado a lo que suceda después.
Ejercer la función democrática no puede estar sujeta a cuestiones oportunistas o de interés privado. Es un derecho inalienable que marca una categoría superior a las dudas que puedan llevar.
Se vota porque es un derecho incuestionable, y a demás, este derecho, se tiene que ejercer durante una lógica temporal que marca los cambios que se producen en una sociedad, un colectivo, un sector...
Si conseguimos instaurar la participación democrática en la toma de decisiones importantes, lograríamos crear una cultura del compromiso en el sector que haría de nuestro actual inmovilismo una cuestión del pasado. Y a la par, obligaríamos a las asociaciones a salir de su escondite para debatir, contrastar y argumentar de verdad para convencer a unos compañeros menos sumisos y menos pasotas.

Es evidente que nuestro sector está sometido a la administración. Nuestro carácter de licencia administrativa así lo establece. Pero eso no es excusa para no exigir unas urnas que eviten imposiciones. Y es deber de las asociaciones reclamar ese derecho

Que la Federación y USO (sí es que existe), condicione el derecho de los compañeros a decidir, a las posibles acciones de «otros», solo demuestra el profundo desconocimiento que tienen de la democracia participativa.

Que la Federación diga «yo no estoy en contra de las urnas pero no voy a pedirlas» es de una desfachatez que los inhabilita para representar a nadie.
Esta asociación toma al sector por inmaduro e idiota. Su cómica posición muestra claramente su oportunismo antidemocrático, una actitud que evidencia su irresponsabilidad para sus compañeros.
La misma irresponsabilidad que les hace correa de transmisión de la administración, siendo, por tanto, incapaces de defender los intereses de sus asociados, y así lo atestigua su complicidad con un estudio económico que es una auténtica patraña.

No podemos dejar que los dirigentes de Federación nos tomen por imbéciles, si verdaderamente quisieran urnas harían lo que fuera para ponerlas. Su inactividad solo consigue mantener el inmovilismo actual sobre el tema de las urnas.
Pero su actitud también demuestra el miedo que tienen a sus propios compañeros.
Son conscientes que su regulación estrella no tiene en el sector el arraigo que ppretendenlretenden vender. Y un varapalo en las urnas sacaría a relucir su falsa mayoría y su incapacidad de convencer a casi nadie que no sea del aeropuerto.

Ximo 1605