ESCRACHE A LA UGT

ESCRACHE A LA UGT

Partiendo de que hay motivos más que suficientes para criticar a un «sindicato» desnortado, falto de sindicalismo verdadero, aliado en ocasiones de las políticas más nocivas contra los derechos de los trabajadores y subvencionado hasta la médula para poder tenerlo domesticado, a mi parecer, no es una buena estrategia hacer un escrache público a esta organización sindical (aunque no lo sea), me explico:

La UGT firmando el acuerdo de colaboración con Cabify se está presentando como defensor de los derechos de los trabajadores de las VTC's. Todos sabemos que es una lavada de cara y una utilización torticera para pretender vender un buenismo falso por parte de esta multinacional a la opinión pública. Bien, pero esto no trasciende a la opinión pública.
Opinión pública que es adoctrinada desde los púlpitos mediáticos al servicio del capital. Por esto, van a retorcer nuestro escrache como un acto egoista en contra de los derechos laborales de los trabajadores de las VTC's.

Van a vender una imagen falsa de estos actos de protesta. Van utilizar las críticas a la UGT como actos antidemocráticos; ya que todo trabajador tiene derecho a estar sindicado.

Todos sabemos que debemos aprender a movilizarnos pensando en la reacciones de los «otros» (medios de comunicación, multinacionales, partidos de derechas, banca, etc.) Anteponiéndonos a sus reacciones debemos actuar nosotros.

Nuestra cautela nos tiene que esforzar en realizar críticas más políticas y con un trasfondo más profundo evitando la superficialidad que solo enmascara a los verdaderos culpables.
Un escrache a una organización sindical solo nos puede traer más enemigos innecesarios y una incomprensión de una opinión pública desinformada y manipulada.

¿Qué hacer entonces?

Nuestra critica hacia organizaciones aparentemente sindicales tiene que ser más personal y con mucha más carga política e ideológica. Explicando el peligro real de estas multinacionales, y no solo desde el punto de vista del taxi, sino también desde el desmantelamiento de los derechos de los trabajadores y el aumento de su precariedad.
Una explicación certera  de nuestra visión de la problemática de estas multinacionales puede dar un giro en el posicionamiento de este sindicato, hacieno de su defensa de los trabajadores de las VTC's una crítica al modelo empresarial de Cabify, y entonces, el giro que criticabamos en un principio volverlo un aliado a nuestros intereses.

Pero esto solo es posible si los interlocutores que expliquen esta realidad tienen una cultura política y sindical suficiente para dar a conocer nuestras reivindicaciones como algo profundamente válido, y no una mera crítica a todo lo que huela a VTC.

Alentar por parte de nuestro sector reuniones con la UGT debería ser la principal arma que deberíamos utilizar para intentar ese giro copernicano que Cabify no se espera.

Ximo 1605