UNA REFLEXIÓN

UNA REFLEXIÓN

¿De verdad se puede pensar que hubiera sido mejor no aprobar el Decreto-ley?

Últimamente no paro de leer unas ciertas opiniones que intranquilizan bastante, y venidas de responsables del sector, preocupan todavía más.
Pensar seriamente que la liberalización de las VTC's (si hubiera fallado el Supremo a favor del la CNMC) hubiera sido mejor que tener un Decreto-ley que estable por ley una proporcionalidad justa entre VTC's y TAXI, da escalofríos, y demuestra la insensatez de algunos responsables sindicales.

La liberalización hubiera supuesto la entrada de UBER (con más de 60.000€ de respaldo económico), en menos de seis meses se hace con el mercado de las VTC's, impone su criterio comercial haciendo «dumping» a propios (VTC) y extraños (taxi), unas normas impuestas a base de talonario que vienen respaldadas por el Supremo supondría de «facto» la liberalización también del sector del taxi, una desregularización  salvaje que tiraría por el suelo el valor de las licencias, y además, una guerra comercial con multinacionales que sería la ruina total del pequeño autónomo (por eso me alucina más las opiniones de algún iluminado que dice defender al autónomo).

La competitividad es un puto cuento chino que se les cuenta a los estudiantes de ADE para aspirar a ser un buen cantamañanas como Albert Rivera.
Para que haya verdadera competitividad se tiene que partir en IGUALDAD DE CONDICIONES. Y ahora decirme vosotros, ¿Qué autónomo puede competir con una puta multinacional como UBER?.

¡¡Por supuesto que el Decreto-ley llega tarde!!
¡¡Pero bienvenido sea!!.

Nuestra lucha continúa pero con el respaldo incuestionable de una ley que directamente da razón a nuestras reivindicaciones. Y siempre será mejor tener un marco legal a favor de nuestras solicitudes que una puta sentencia que liberalice el transporte de pasajeros, ¡¡coño!!

¡¡Qué esto no se tendría que explicar!!

Y el problema de la solicitud de 30.000 licencias VTC lo íbamos a tener igual con o sin Decreto-ley, ya que esto viene del criterio de JUECES Y NO DE LEGISLADORES.

Lo que debemos exigir ahora es (con la ley en la mano) que se cumpla la normativa. Ya sea a nivel estatal o autonómico (y si el estado pretende quitarle atribuciones a las autonomías, es una pelea que éstas deben de llevar al Constitucional si verdaderamente defienden el taxi). Pero nosotros debemos golpear en todas las puertas para que se atienda nuestras exigencias RESPALADADAS POR LA LEY Y POR UN CONSENSO TOTAL ENTRE LAS FORMACIONES POLÍTICAS.

Por tanto, no hay excusa ni a nivel estatal ni autonómico.

Ahora, apretemos filas para agudizar el ingenio para encontrar las soluciones que mejor ayuden a hacer cumplir la ley.

Ximo 1605