REAL DECRETO-LEY
Desde mi humilde opinión después de la aprobación de este Decreto-ley podemos respirar más tranquilos, me explico:
El hecho más importante y que muchos compañeros parecen obviar es que se frena en seco la posible liberalización de la VTC's.
Esto hecho no es baladí, una liberalización sería el fin del taxi tal y como lo entendemos, y la excusa perfecta para que una multinacional como UBER entrara a saco para imponer sus reglas.
No hay que confundir con que el Tribunal Supremo falle a favor de la CNMC, si en EL PEOR DE LOS CASOS este escenario se produjera, se otorgaría las licencias solicitadas según a fecha específica. PERO NUNCA SE PODRÍA DAR MÁS ALLÁ DE LAS SOLICITADAS.
Es evidente que aproximadamente 30.000 licencias VTC pondría en jaque de nuevo a todo nuestro sector, pero los más damnificados iban a ser las propias VTC. Y aquí es donde la pelota pasa al tejado de las comunidades autónomas.
He leído que el Decreto-ley acaba con la licencia urbana, pues creo que nada más lejos de la realidad.
Un Decreto-ley no puede acabar así por las buenas con los estatutos autonómicos, y por ende, con las atribuciones concedidas a éstas. Entraríamos en una pelea de competencias que como es evidente el Constitucional fallaría a favos de las autonomías.
El VERDADERO JUEGO se va a dar en las diferentes CONSELLERÍAS AUTONÓMICAS. Éstas van a tener que legislar para que acogiéndose al Decreto-ley, hacer que el ratio 1/30 se cumpla, y para ello, van a tener que utilizar su propia normativa, amparándose, si quieren, en un decreto que deja claro que la proporción es 1/30 y la habitualidad es 80/20.
Otro punto que quiero destacar y que también creo que se está obviando, es el amplio consenso que ha tenido este Decreto-Ley por parte de todas las organizaciones políticas.
Que el Gobierno haya conseguido un amplio quórum sobre esta ley, nos asegura una paz duradera a nivel legislativo. Todos sabemos la dificultad que tiene este país a la hora de alcanzar acuerdos, pues bien, sobre el taxi lo ha habido. Debemos sentirnos satisfechos.
Y por último, recordar a los compañeros que las leyes no pueden ser retroactivas, y no se puede legislar de forma que lo que leyes anteriores concedían o lo que los juzgados han otorgado, se puedan revocar.
Lo que es evidente, es que vamos a tener que convivir con un número superior de VTC'S de las que hemos estado siempre habituados. Pero esto no quita que sigamos presionando donde tengamos que presionar de forma eficaz para hacer cumplir la ley.
Creo que ahora más que nunca la presión debe de ir dirigida a nuestros gobiernos autonómicos.
Sin dejar estar alerta y todavía en pie de guerra, debemos ser conscientes en los avances concedidos.
PD: el Tribunal Supremo también puede fallar a nuestro favor...que no se te olvide eso.
Ximo 1605