LIBERADOS EN EL TAXI
Desde un punto organizativo siempre nos han dicho que las asociaciones de taxistas tienen que tener una estructura jerarquizada. Un presidente liberado que cobre un «sueldo» suficientemente amplio para que no tenga que volver a coger la herramienta que lo lleva a ese puesto, desde mi punto de vista, al menos, es curioso.
Conociendo el carácter egoísta del taxista autónomo, y viendo como son las redes clienterales en nuestro sector, todos podemos observar que los cargos de representatividad vienen determinados no por la valía del sujeto, preparación, iniciativa, argumentos o ideas, sino por la amistad, por los favores prometidos o concedidos, por la familia e incluso por lo gracioso que puede llegar a ser.
Este hecho marca profundamente los logros que podamos alcanzar como colectivo. La sola idea de que un solo señor sin la más mínima preparación política o sindical pueda determinar el futuro económico de miles de familias, a mi, me resulta aterrador.
Aquí tenemos en valencia la mejor representación de lo que acabo de explicar; cuando conocí a Fernando del Molino se jactaba de votar al PP o al PSOE según le convenía, luego pasó la etapa del «soy apolítico» (acordaros de las críticas que recibió por mi parte por tener esa postura) y ahora alardea de ser de «izquierdas». Bien, estos vaivenes ideológicos no demuestran una transformación en su ideario, no, sino una suerte de interpretación cara a la galería para así, mantener el sillón remunerado. Le funciona, y le funciona también que ha logrado colocar a su tío de vicepresidente sin haber tenido que demostrar JAMÁS su capacidad para el cargo, es más, el propio Fernando del Molino ha sido incapaz de defender su regulación estrella sin caer en el ridículo.
¿Cuántos habéis leído algo del presidente de la Federación hablando del comportamiento de la CNMC? ¿Alguien ha leído o escuchado un análisis profundo de la LOTT? ¿Y del TTIP?¿Y de la nueva Ley de Movilidad? y no hablo de repetir como un loro lo ya escuchado por otros, no, sino de un análisis propio.
¡¡Coño!! ¿Alguien le ha visto hacer un debate público con otras organizaciones cuando se le ha requerido?.
Bien, pues en una organización horizontal, sin cargos, esta situaciones rocambolescas serían más difíciles de darse, ya que la representación no cae en una sola persona «liberada», sino en conjunto de compañeros que en igualdad de condiciones contrastarían las ideas buscando la lógica y el beneficio común, asegurando de este modo la eficacia de sus propuestas, ya que en ello va SU PROPIO SUSTENTO, ya que ninguno al no estar liberado actuaría por interés propio.
Y además, la preparación política y sindical se daría de forma continuada en el devenir de ideas y propuestas, ya que éstas vendrían de la necesidad de verificar su eficacia contrastando argumentos, y solo aquél que lograra una demostración empírica y racional se podría dar como válido.
Por supuesto, la rotación de compañeros en la toma de responsabilidades daría un carácter más democrático y participativo a la organización.
Asi, yo personalmente, nunca podría dar mi apoyo para mantener una estructura sindical jerarquizada compuesta por autónomos.
Por todo ello, debemos fomentar sin miedo, la democracia interna en las organizaciones, asegurando de este modo un fluir de ideas y no de intereses propios.
Ximo 1605
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