jueves, 28 de noviembre de 2024

FUEGO AMIGO

FUEGO AMIGO 

 

Los convocantes del Paro Sectorial de este fin de semana son incapaces de hacer análisis certeros, objetivos y en tiempo presente.  

Ocultando sus verdaderas intenciones están vendiendo al sector una lucha por la dignidad que solo beneficia a la administración ávida de liberalizaciones. 

En tiempos de bonanza cuanto más pretendas regular (aceptando como base inamovible los dos días libres, el calendario laboral de semana santa y si me apuras las vacaciones de agosto) de forma extraordinaria se puede conseguir el efecto contrario. 

Pretender regular cuando objetivamente no es necesario solo consigue que la Consellería se llene de quejas de usuarios por falta de taxis. Suceso que están esperando los neoliberales y los neofascistas de la administración para satisfacer sus ansias liberalizadoras.
  

Esperando los disparos al pie de los irresponsables dirigentes que tenemos, esta administración se frota las manos por tener la excusa perfecta para cargarse el carácter público y regulado de nuestro sector. 

El problema radica que no son capaces de entender nuestros dirigentes, que la dignidad y la libertad del sector del taxi se consigue a través de la RECAUDACIÓN.  

Hoy en día el autónomo que trabaja más de nueve horas es porque simplemente le da la gana, ya que todos sabemos (menos los que se hacen trampas al solitario) que con nueve horas se hace la hoja y podemos cubrir los gastos y llevarnos un salario decente a casa.
 
Luego, es esa recaudación la que determina cuando me voy a casa o si me cojo algún día libre extra. 

Con un salario decente el autónomo es libre de otorgarse así mismo la dignidad y la conciliación que desee. Nadie le obliga, y las circunstancias ajenas a sus deseos tampoco le imponen jornadas decimonónicas ni conciliación familiar. Es, él mismo, en tiempo
 de bonanza el que determina su realidad material. 

No estamos en el 2012 cuando la crisis económica y el reloj (por su incapacidad de regular absolutamente nada) sí que nos obligaba a trabajar como esclavos para poder sobrevivir a través de nuestra misera recaudación. Ahí sí que hubiéramos necesitado una regulación
 más restrictiva para tener más dignidad, y no esperar una Pandemia Mundial para que los torpes dirigentes supieran de una vez como había que regular. 

Y los que quieren un reloj de 16 horas son los que incapaces de retener sus impulsos enfermizos e imponerse a sí mismos a través de la administración una limitación para no morir de agotamiento en un semáforo un sábado cualquiera. 

Además, los amantes del reloj de 16 horas también pretenden cargarse la viabilidad de tener un chofer. Importándoles muy poco las necesidades de recaudación de estos compañeros asalariados, les imponen trabajar como mínimo ocho horas seguidas sin derecho a
 descanso. 

Ya que cualquier intento de descansar les obliga a parar el taxímetro una hora alargando su presencia en la calle innecesariamente restándole conciliación y dignidad laboral. Y si ese taxímetro no se para, si quieren ir al servicio, almorzar o cualquier
 otra cosa ajena a su jornada laboral la tienen que realizar restando tiempo de trabajo (y su derecho a trabajar ocho horas) y de recaudación digna, haciendo inviable su contratación o su salario digno.  

Pero esto no te lo van a contar los cínicos y demagogos que se golpean el pecho hablando de dignidad laboral. 

 

Ximo 1605

martes, 26 de noviembre de 2024

¿Qué hay detrás del reloj de 16 horas?

¿Qué hay detrás del reloj de 16 horas?
 
Odio al asalariado. Sin más.

Los autoproclamados “defensores del sector y de sus derechos laborales”, pueden disfrazarlo como quieran, darse golpes de pecho en público, sacar banderas y pegadizos eslóganes que solo conseguirán engañar a los más ingenuos o a los que como ellos, ocultan sus verdaderas intenciones. Y si no eres consciente de esa realidad, deberías para un momento y reflexionar.

Si contratas a dos asalariados, ocho horas por chófer y trabajando a porcentaje, el reloj te impide realizar tu jornada de ocho horas en plenitud, ya que éste, te impide almorzar en treinta minutos, ir al servicio con normalidad o hacer el relevo bien hecho sin perder tiempo de trabajo dentro de tu jornada de ocho horas. Y si eres autónomo y contratas, tu derecho a hacer más de ocho horas desaparece, para que tu compañero asalariado pueda hacer su jornada legal de ocho horas.

Luego hay que añadir la modalidad de cobro que tienen los asalariados, el porcentaje les obliga a jugar con las horas para alcanzar los mínimos de recaudación para hacer rentable su contratación y un sueldo mínimo donde está incluido los días de vacaciones, incluyendo reparaciones o accidentes.

Y todos estos inconvenientes hacen que el reloj de 16 horas sea incomodo y en ocasiones inviable a la contratación. Y estos ”salva patrias” del sector lo conocen perfectamente y alientan esta inviabilidad para impedir el trabajo a los compañeros asalariados.

Así, lo que 
verdaderamente hay que animar, es a los compañeros asalariados es a organizarse en sindicatos propios del sector para reivindicar mejoras salariales y jornadas laborales dignas. No dejarse engañar por autónomos que solo de forma espuria ocultan sus verdaderas intenciones; que es la desaparición de los chóferes.
 
Luego me gustaría añadir un tema más; el infantilismo irracional de los más radicales que nos puede llevar a todo lo contrario de lo que supuestamente defienden, como es la liberalización.
Deberíamos partir de una realidad más que evidente; por suerte hay trabajo.

Este hecho no baladí, debería hacernos conscientes de que si exigimos ciertas medidas para restar días de trabajo, (como un ABC en noviembre) nos puede llevar a que esta administración capitaneada por unos ineptos y coaccionada por una extrema derecha más que rancia, a que sus ansían neoliberales arrasen con los derechos conquistados desde hace muchos años.

Llena de quejas la administración por falta de taxis y le darás alas a los fanáticos del mercado libre para hacernos desaparecer como servicio publico regulado. O darás motivos para que todavía más concedan licencias de VTC.

Todo esto en el marco que es evidente que hay trabajo, y que el nivel de trabajo a cada autónomo nos da una libertad para cogernos días extras que antes no podíamos.

Parece que es imposible alcanzar un punto medio que nos beneficie a todos, pero si que lo es, mantener los dos días libres, una semana santa regulada y unas vacaciones en agosto no tiene que estar reñido con la desaparición de un reloj que es inocuo y que jamás ha regulado ni mejorado las condiciones de trabajo de nuestro sector.
Manteniendo los logros alcanzados en días libres y regulaciones, y observando el dato objetivo de que hay trabajo, el reloj no es un avance, es un retroceso.

Hagamos de la recaudación mejorada un avance en derechos que se traduzca en días libres y en menos horas de trabajo. Que cada uno sabe muy bien y ya es mayorcito (hablo de autónomos, evidentemente) para saber como puede llevar mejor la conciliación que siempre le ha faltado a este sector.

Y que si la recaudación (que es la auténtica libertad en el taxi) se merma, volvamos a las regulaciones más restrictivas que nos han dado mayor calidad de vida en los peores momentos.

Pero que es evidente, que podemos alcanzar términos medios que los gurús con su irresponsabilidad parecen no entender. Y que su fanatismo infantil, los hacen incapaces de analizar el sector con ajustada veracidad, impidiendo el análisis objetivo de que lo que nos conviene en cada momento.
 
Ximo 1605

jueves, 21 de noviembre de 2024

NI UNA LÁGRIMA POR LA REGULACIÓN HORARIA.

NI UNA LÁGRIMA POR LA REGULACIÓN HORARIA 

 No pienso volver a movilizarme si en las peticiones y en las reclamaciones para las mejoras del sector aparece el reloj. Estoy agotado, cansado de explicar y demostrar que el reloj es, ha sido y será una autentica estafa. Una medida inocua que solo ha servido
 para perpetuar durante casi una década la precariedad en nuestro sector. 

Mientras los gurús de las regulaciones horarias ganaban asambleas prometiendo las 12 horas para todos o las 12+4, los taxistas colapsaban las paradas durante horas interminables, escatimaban gastos para hacer viable su negocio o perdían conciliación familiar
 obligados a trabajar como semi-esclavos. 

Mientras se presentaban regulaciones efectivas como los turnos o el ABC, los representantes de las asociaciones rechazaban esas mismas regulaciones para continuar con su cruzada “relojera” e impedir la dignidad laboral del taxi valenciano. 

Tuvo que venir una pandemia mundial para que de una vez por todas los ingenuos taxistas se dieran cuenta de como había que regular de una vez por todas. 

Por tanto, reivindiquemos lo efectivo, lo que funciona, la evidencia frente a la superchería manifiesta de los encantadores de serpientes. 

Hagamos frente al gobierno de INEPTOS de la Generalitat con medidas certeras y eficientes y no dividamos al sector con mentiras pasadas que ya se han demostrado inútiles y perjudiciales. 

Y recomiendo a los “conversos” del reloj que antes se burlaban de esta misma regulación, que aparquen su oportunismo y enfoquen sus esfuerzos en lo evidente, en mejorar las condiciones de vida de todos los taxistas, incluyendo a los asalariados. 

Estos “conversos” se vuelven los más peligrosos, ya que pasan de la razón al dogmatismo con una facilidad pasmosa, que curiosamente siempre consiguen acabar empeorando las condiciones de vida de los más desvalidos, los asalariados. 

Cuidado con los “salva patrias” que prometen un cielo donde solo caben ellos excluyendo a una parte importante del sector. 

Las personas inteligentes a las que se les muestra con EVIDENCIAS que están equivocadas rectifican y aprenden. 

No pongan en el mismo “pack” el reloj con reivindicaciones justas o muchos no acudiremos. 

 Ximo 1605