domingo, 14 de agosto de 2022

INMEDIATEZ

*LA INMEDIATEZ: LA TRAMPA DE LA PRECARIEDAD EN EL TAXI*.


Levantar el brazo e inmediatamente un taxi parar. 

No hay tiempo de espera, al cliente no le importa tus condiciones de trabajo, de conciliación o de bienestar físico.

Él quiere un taxi, no le interesa tu vida. No eres una persona, eres la "cosa" que le lleva del punto A al punto B, todo lo demás es anecdótico.


El individualismo y la indiferencia que marca las condiciones de trabajo de nuestro sector se tiene que terminar.


El derecho a una vida digna y a una rentabilidad igual de digna es innegociable. Los "derechos" de los usuarios a disponer de un transporte público de calidad no solamente no tiene que estar reñido con el derecho a un trabajo decente, sino que además, la calidad en el transporte público es sinónimo de dignidad laboral.


Este concepto es básico para cambiar el paradigma habitual de "hores i collons", la resistencia de ciertos compañeros a la transformación de nuestro sector a parámetros europeos, no es más que la falta de amor propio y de cultura general y social.


"Gracias" a la pandemia hemos demostrado como se regula de verdad para tener un trabajo más rentable y conciliador con nuestra vida personal. Y de aquí, ya no podemos retroceder, ni podemos, ni queremos y tampoco podemos permitirnoslo.


La pedagogía va a ser necesaria tanto a nivel interno como externo a nuestro sector. Pero es una labor fundamental para sentar las bases de nuestros derechos. Va a ser dura y difícil, pero cada uno de nosotros con conciencia la tenemos que ejercer sin descanso.


*No hay servicio público de calidad si los trabajadores no tienen dignidad*


Ximo 1605






viernes, 12 de agosto de 2022

EL MEJOR MES DE AGOSTO

*EL MEJOR MES DE AGOSTO*


Ya tocaba, ya era tiempo de saborear la dignidad laboral con todo nuestro derecho.

Este mes hemos trabajado respetando la ley del ratio (en lo máximo de lo posible) taxi-habitante.

Muchos se han quejado por falta de costumbre de dignidad, habituados a la miseria y a la precariedad, alguna plañidera ha salido a llorar sus lágrimas de esclavo satisfecho, pero nos estamos haciendo valer y dando la justa valía a nuestro trabajo. La lástima es que no disfrutamos de unas tarifas igual de justas.


De aquí, ya no nos podemos bajar, ya se debe acabar la miseria como modo de vida. Ya está bien las lamentaciones de parada y la precariedad como norma general.


Ya sabemos cómo se regula de verdad. Ya no cabe hipótesis falsas que solo han servido para paralizar a nuestro sector durante demasiados años.


Agosto es el ejemplo; menos de esto es perder la dignidad.


Tenemos derecho a un trabajo rentable y a una conciliación. Y este derecho no se puede perder por una sociedad habituada a la inmediatez sin importar las condiciones de vida del taxista.


Nos tenemos que hacer de valer, con tarifas dignas y con regulaciones igual de dignas.


Europa es el ejemplo, no África.


Ximo 1605